domingo, 28 de marzo de 2010

Entre la ciencia y los fantasmas

¿Por su forma de pensar los científicos necesariamente deben ser ateos o agnósticos? ¿Los científicos buscan y encuentran la Verdad? ¿Qué papel tiene la prensa en esto? ¿Es cierto que se viene el apocalipsis?


cazafantasmas

Cuenta Marcelo Gleiser en su blog Cosmos y Cultura que cuando da una charla le pregunta si cree en Dios y que, ante la sorpresa de algunos, responde que no.
Da cuenta el autor de las posiciones religiosas de Newton, por ejemplo, y si diferencia de cierto fundamentalismo ateo como el de Richard Dawkins.

Gleiser se reconoce agnóstico, posición inaceptable para los fundamentalistas, pero cree (y comparto su idea) que es la única posición consistente con el llamado método científico. Ciertamente ese método utiliza diversos procedimientos, por lo cual, muchos piensan que no hay UN método, sino una gran variedad.
Como traducíamos aquí en un post anterior, en referencia a la Lógica del escepticismo, hay una forma de pensar que parece, para algunos de nosotros, la mejor. Consiste en tener en cuenta que ante afirmaciones extraordinarias ("He visto una Aparición", "He sido abducido por un ET", "He conversado con un elefante rosa", etc), busquemos pruebas extraordinarias, como dijera Carl Sagan.
Sin embargo, ANTES de que eso pueda ocurrir, antes de obtener suficientes pruebas, TODOS adoptamos alguna posición. O creemos o no en esa afirmación extraordinaria. Esto es así, y es válido, porque tenemos experiencias previas, sistema de creencias y valores inculcados.
Empero, pensar que esta creencia a priori es definitiva y alcanza no es muy sabio. Los seres humanos nos equivocamos muchísimas veces, más que las veces en que tenemos razón. Es altamente probable que nos hayamos equivocado. Mucho más porque sólo nos estamos guiando de variables muy subjetivas y no de evidencias. Las pruebas también son subjetivas, claro, pero mucho menos.
Lo lógico parece ser, tener en cuenta, ser conscientes de este proceso. Entonces podemos decir "a priori creo (o no creo) en tal afirmación, pero no descarto la otra".
Esta lógica a priori nos aleja del fundamentalismo y nos mantiene alerta a las posibles pruebas que se encuentren a posteriori. Luego, entonces, podremos reafirmar nuestra postura o repensarla. Es decir que esa forma de pensar da cuenta de una hipótesis que nos formamos ante las afirmaciones extraordinarias, para evaluarlas a continuación con pruebas.

Desde este punto de vista es perfectamente posible que alguien tienda a creer que Dios quizás exista o que acaso no, pero que no lo afirme con total contundencia. Para realizar afirmaciones absolutas tendríamos que estar completamente seguros. ¿Podemos estar completamente seguros de que Dios existe o que no existe?
Si, como Gleiser y yo, pensamos que no estamos seguros de ninguna de las dos cosas, entonces nos llamarán agnósticos.

¿Pero la ciencia no es atea? Gleiser intenta en su post dar cuenta queno existe en la ciencia una agenda anti-religión. La ciencia busca interpretar la Naturaleza, expandir nuestro conocimiento del mundo natural. Pero sí es cierto que cuando ocurre lo contrario los científicos se ponen nerviosos.
Es que las religiones realizan afirmaciones respecto de la Naturaleza en forma caprichosa, como el decir que el Universo tiene menos de siete mil años de antigüedad.


ciencia y religión


En relación a la naturaleza y su interpretación es posible pensar que existen aquellos que son naturalistas de quienes son super-naturalistas. En el primer caso las explicaciones naturales no apelan a fuerzas ocultas no explicadas o "supernaturales", mientras los segundos sí lo hacen.

Esto ha dado pie a la formación de un grupo internacional llamado "The brights", cuya traducción no es "Los iluminados", sino los que se guían por la "luz de la razón", entendiéndose a estos últimos como naturalistas, en el sentido anterior.

Los naturalistas no tendrán todas las respuestas. Habrá enormes "agujeros del saber" que intentarán llenar con evidencias y no con afirmaciones caprichosas que no se puedan probar. Si nos va mal en la vida, si andamos mal en el trabajo, tenemos problemas familiares, económicos, etc, en vez de pensar que "nos han hecho un gualicho", deberíamos revisar nuestras acciones (o inacciones). Esto parece tener más sentido de realidad y humildad.

Todas nuestras teorías son probablemente equivocadas ¿y qué?
Ante este esquema es posible pensar que alguien nos diga que la ciencia también postula entidades misteriosas como la materia oscura, dimensiones extras, agujeros de gusano, etc.
Me gustaría aquí traer el pensamiento de Flip Tanedo. Hablamos de él cuando tradujimos su sencilla explicación de "Los particulares diagramas de Feynman" en su blog del LHC.
En una nueva entrada llamada "Todas nuestras teorías favoritas están probablemente equivocadas. Y eso está bien" intenta clarificar algunos conceptos erróneos de lo que yo llamo los "fantasmas de la ciencia" y que incluyen las ideas antes citadas por Gleiser.
Nos dice que la prensa popular se equivoca muy a menudo en expresar que los científicos están casados con sus modelos, entendiendo a éstos últimos como marcos de trabajo plausibles pero especulativos para explicar fenómenos naturales.
Los periodistas parecen expresar los hallazgos científicos como si las demás ideas estuvieran equivocadas y así no funciona la ciencia, nos dice.
El que alguien se pase tiempo desarrollando una nueva idea no significa que lo hagan porque crean que ES verdad, sino que QUIZÁS lo sea.




Pero también hay una razón más profunda. El punto es que las buenas ideas tienen valor sólo por ser tales, incluso las muy especulativas. Claro que lo que se busca, en definitiva, son las "ideas correctas", pero ¿cómo saber cuáles lo son de antemano? De hecho, suele haber para un mismo problema más de una "buena idea", a veces muy contrarias unas con otras. Los modelos teóricos realizarán predicciones que luego serán verificadas con experimentos, como una forma de avanzar en un determinado campo.

Tanedo nos hace un brevísimo recorrido por la llamada "Teoría del todo" y la "Teoría de cuerdas", pero se pueden encontrar historias así en toda la historia de las ciencias.

Nadie sabe realmente cómo nacen las hipótesis creativas. Hemos hablado de eso recientemente en "La lógica del descubrimiento". Pero ciertamente las ideas anteriores no se descartan completamente. Es posible partir del supuesto de que cierta idea hasta entonces concebida no fuera verdadera y postular una alternativa, pero no creer que todas las ideas previas son incorrectas.
La llamada teoría del estado estacionario predominó a la idea del Big bang hasta el descubrimiento del fondo de radiación de microondas y, sin embargo, postulaba la posibilidad de que se "creara materia-energía" en forma proporcional a la expansión del universo que Hubble había hallado en 1929. Hasta entonces (y hoy todavía) no se cree que la energía se pueda crear, sino que la energía se transforma, pero su cantidad es siempre la misma. Empero, aquellos investigadores suponían que sí se creaba, pero a una tasa tan pequeña que era muy difícil de detectar.

Suponer afirmaciones extraordinarias, incluso diferentes de lo que se conoce hasta ahora, no está mal. Pero luego habrá que probarlo. Construir un modelo teórico que explique los datos que se tienen y que realice predicciones comprobables, aunque se tarde en obtener la tecnología para ello.

Mientras tanto, estas hipótesis son tales y no leyes de la naturaleza. Incluso las propias leyes son susceptibles de modificación.
En definitiva, la ciencia, aunque a veces los investigadores actúen de forma diferente, no es dogmática. Está abierta al cambio, las modificaciones, la mejora.

Entre la ciencia y el apocalipsis
Por alguna extraña razón, una parte grande de las sociedades parece leer en la prensa evidencias de nuestro futuro Armagedón.
Separemos la paja del trigo. Por un lado se aceptan como válidas las supuestas predicciones mayas del fin del mundo para 2012, por otro lado se sigue pensando que el hombre nunca llegó a la Luna. (Por suerte hay quienes han puesto luz a esas "sombras lunares").
Se dice que los astrónomos saben más de lo que dicen, pero que las agencias lo ocultan. Y luego leemos que el fin del mundo llegará pronto y que fue descubierto por un astrónomo ruso que afirma que una "Estrella enana naranja atravesará el Sistema Solar" causando un desbarajuste que la voglio dire.
La prensa, por supuesto, no tiene la culpa (al menos no totalmente) de las consecuencias de sus titulares, si están bien explicados. Pero sí hay una responsabilidad de contar las cosas dentro del marco de referencia adecuado.
El descubrimiento del astrónomo ruso Vadim Bobylev no es nuevo, lleva una década: ver Stellar Encounters with the Oort Cloud Based on Hipparcos Data, de Joan García-Sánchez et al, de 1999 (Astronomical Journal).

Si las cosas no se explican como corresponde, tendremos grupos que utilizarán esas ideas para reafirmar conceptos extraordinarios a su favor. Así es como aquí recibimos consultas de este tipo:

Mensaje: ESTIMADOS AMIGOS
Estoy preguntandome donde por donde estara orbitando Pluton hoy dia y cual es su nueva orbita en funcion de los nuevos acontecimientos cosmicos de nuestro cuestionado sistema solar
donde esta planteadose tato la existencia de que el sistema solar es binario asi como que consta de 12 en lugar de nueve planetas.
gracias por aclararme al ver los graficos que ilustren estos puntos estaria aclarado parcialmente el panorama .atenta y cordialmente
A mi juicio, es inevitable que esto ocurra, con o sin prensa, sólo por el paper del astrónomo, que sólo algunos entendidos se molestan en leer completamente. Pero ocurre que si la prensa sólo indica que "hay un 86 por ciento de probabilidades de que GL 710 atraviese la Nube de Oort hacia nosotros" y no indica, además que "las posibilidades de que Gliese 710 penetre más en el Sistema Solar, dentro del Cinturón de Kuiper, son mucho menores, apenas 1 entre 1000" estaremos alimentando fantasmas.

El problema no es la falta de pruebas solamente, sino la carencia de motivación metodológica al respecto. Es perfectamente plausible que exista alguna "clase de energía" como la que postulan algunos que los seres humanos intercambiamos, por ejemplo. Pero si así fuera, habría que demostrarlo. Y no sólo no hay pruebas contundentes sobre el asunto, sino que no parece haber tampoco interés en probarlo. Parece que alcanza con postularlo de manera entretenida y ya está.

No digo esto desde la perfección. En este blog hemos traducido artículos y los hemos titulado de una manera "catastrófica", si vale el término, cuando ni remotamente lo merecían. La autocrítica empieza por casa.

¿Y entonces, vendrá el Fin del mundo?
Sí, todos nos vamos a morir. Si no es por el impacto de asteroides, será por el ciclo natural de nuestro Sol o porque los seres humanos somos tan idiotas de matarnos entre nosotros, a veces por ideas relacionadas con las religiones...
El Universo, al menos el observable, parece poder definirse como...cambio. Estamos ante permanentes cambios, nuestro conocimiento es cada vez más rico, pero sigue siendo muy pequeño ante la vastedad de la Naturaleza.
Creer que ante este panorama podamos adoptar afirmaciones absolutas, es un fundamentalismo que no me agrada. Prefiero aferrarme a los hechos y las evidencias, a sabiendas que el propio método es falible y por lo tanto no es absolutamente conclusivo, pero es un camino mucho mejor, más sano y natural, que el vendarse los ojos y la mente ante afirmaciones indemostrables.
La naturaleza es seguramente mucho más rica y compleja de lo que la ciencia ha demostrado hasta ahora. Es posible que en el futuro nuestras interpretaciones cambien y se enriquezcan. Mientras tanto, tengamos la mente abierta ante nuevas y creativas hipótesis, pero con un filtro que no nos permita creer con ingenuidad en supuestos fantasmas.

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